Para succionar, un bebé debe poner en perfecta armonía una serie de funciones en las que intervienen músculos, articulaciones y nervios. Si alguna estructura no funciona correctamente la lactancia puede verse afectada, y aparecerán problemas en el bebé, en la mamá o en ambos.
Aquí es donde la fisioterapia especializada tiene mucho que aportar.

El embarazo, el parto y los primeros días de vida tendrán mucho que ver. Un parto complicado, instrumentalizado o muy rápido, una cesárea, un frenillo, una tortícolis, un reflujo, una alergia… cualquiera de estas razones pueden estar detrás de una lactancia difícil y con problemas. Gracias a un profundo conocimiento del funcionamiento de la lactancia y de la diada mamá-bebé, desde la fisioterapia en lactancia materna detectamos las posibles causas que pueden estar complicándola.

Este mismo conocimiento y trabajo es también aplicable en caso de lactancia mixta o artificial.

El objetivo siempre es el bienestar del bebé y la mamá, ayudando a que ambos disfruten de una lactancia feliz.

Desde el área de nuestra unidad de Fisioterapia Pediátrica podemos ofrecerte tratamientos y soluciones:

• Alteraciones digestivas. La fisioterapia especializada nos ayuda a detectar y tratar las causas y síntomas de las molestias digestivas como cólico del lactante, reflujo, gases o estreñimiento.
• Deformidades craneales. El seguimiento, mediciones y tratamiento de cualquier deformidad craneal son clave desde el nacimiento. Deformidades tales como plagiocefalias, dolicocefalia o braquicefalias.
• Afecciones respiratorias. La fisioterapia respiratoria consigue que los procesos respiratorios que sufren los bebés mejoren y que las recaídas disminuyan. Todo mediante técnicas respetuosas con el bebé y sus ritmos.
• Alteraciones leves del desarrollo, como retraso en la adquisición del volteo, sedestación, gateo, bipedestación o marcha, pueden ser acompañadas y tratadas por la fisioterapia pediátrica.