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Tras muchos años dedicada al mundo de la recuperación y tratamiento del suelo pélvico de la mujer, he ido descubriendo que son muchas las que llegan a consulta comentándome que tienen unas bolas chinas en casa porque se las recomendó no se quien (amiga, vecina, televisión y en el mejor de los casos ginecolog@/matrona/fisioterapeuta) porque son muy buenas para fortalecer la musculatura perineal pero o bien, se las han puesto y se le salen, o bien no saben que hacer con ellas o lo que es peor, no han sido capaces de introducírselas… debido a esto, al gran desconocimiento o mejor dicho mal conocimiento que hay sobre ellas y su uso , me he decidido a escribir este post con el fin de aclarar las numerosas dudas sobre su uso.

Las bolas chinas son un dispositivo que se introduce en la vagina, compuesto por una o dos bolas unidas entre sí más un cordón que facilita la extracción de las bolas de la vagina. A su vez, cada una de estas bolas lleva dentro una bola más pequeña metálica que al estar suelta, se va moviendo provocando suaves vibraciones.

Las bolas chinas se han asociado siempre a un juguete erótico, colocándolas en la entrada de la vagina, beneficiándonos de la vibración que producen y buscando este caso, es el placer o el orgasmo, que todo sea dicho, desde mi punto de vista, es muy difícil o casi imposible de conseguir por el simple hecho de colocarte unas bolas y andar con ellas.

Sin embargo, con el paso del tiempo y de la importancia que ha cobrado la recuperación y el fortalecimiento de la musculatura del suelo pélvico, se ha extendido su uso (maluso en muchos casos) para ayudar a tonificar la musculatura del suelo pélvico beneficiándonos de esa vibración que se transmite a las paredes de la vagina y al peso de las mismas que debe soportar la musculatura, buscando un aumento de tono en la misma. Esto tiene relación, en parte, con la mejora de la calidad del orgasmo ya que este no deja de ser un conjunto de contracciones rápidas de la musculatura del suelo pélvico, por lo tanto, cuanto más tónica tengamos la musculatura, más intensos se sentiremos nuestros orgasmos.

Una vez aclarados estos puntos, hay una serie de cuestiones que generalmente nos planteamos a la hora de comprarnos unas bolas chinas.

¿Qué bolas chinas me compro?

Es importante saber que hay muchos tipos de bolas chinas, de diferentes tamaños y con diferentes pesos y que cada mujer según el estado de su musculatura perineal y según el tamaño de su vagina necesitara unas u otras. Por ello, es muy difícil dar con el modelo de bola necesario para cada mujer si previamente no se ha hecho una exploración y valoración funcional de su suelo pélvico. De ese modo, determinaremos el tamaño de bola que necesita, el peso y sobre todo si debe o no usarlas. El profesional que hace esa valoración es el fisioterapeuta especializado en suelo pélvico que nos realizara una exploración vaginal para determinar la fuerza y tono de nuestra musculatura y la apertura vaginal que tenemos para recomendarnos el modelo adecuado.

La mayor parte de las veces, llegamos a la farmacia o por internet, pedimos unas bolas chinas que nos parezcan “bonitas” o que use alguien que conocemos y ya esta. Nadie nos pregunta nada de cómo esta nuestro suelo pélvico ni nosotras nos planteamos que tenemos que tener en cuenta. Asi que espero que esto os ayude…

A la hora de elegir modelo debemos tener en cuenta una serie de CARACTERÍSTICAS :

  • TAMAÑO: tenemos una gran variedad de bolas en el mercado de muy diferentes tamaños, debemos siempre elegir aquel que podamos introducir bien pero que no se nos salga al ponernos de pie. Por ello , generalmente, si hemos tenido un parto vaginal o se nos mueven los tampones usaremos una bolas grandes. Pero si hemos tenido cesáreas o no hemos dado a luz serán bolas mas pequeñas. Tenemos bolas desde 29 mm (talla pequeña) hasta 36 mm (talla grande).
  • PESO: las tenemos desde poco peso 29 gr hasta bolas de casi 100 gramos. Empezaremos por las bolas de menor peso SIEMPRE.

Si elegimos bolas pequeñas y de gran peso lo único que conseguiremos es que se nos salgan y fatigar nuestra musculatura, frustrándonos enseguida y pudiendo dañar nuestro equilibrio pélvico.

Lo ideal son aquellos packs que nos permiten ir jugando con diferentes pesos a medida que vayamos fortaleciendo las musculatura, puesto que nos permiten poner una o dos bolas (como las que se ven en la imagen que puedes empezar usando una bola solo y según vamos avanzando pasar a 2 bolas ). EMPEZAR POR BOLAS GRANDES Y CON POCO PESO MEJOR.

Muchas veces, cuando las mujeres vienen a consulta les pongo siempre el mismo ejemplo. Si te apuntas al gimnasio y el primer dia que entras, coges la pesa de 20 kilos seguramente te hagas daño, no puedas con ella y te frustes, deberás antes hacer un acondicionamiento físico general y coger un poco de tono y fuerza muscular antes de coger la de mayor peso. Pues con las bolas chinas pasa igual, si tienes un suelo pélvico débil o nunca lo has trabajado y en vez de empezar con ejercicos para fortalecer te introduces la bola ( que pesa ) tu suelo pélvico no podrá aguantarla y se te caerá, te frustraras y lo peor es que puedes dañar esa musculatura.

  • MATERIAL: debido al uso que le vamos a dar a las bolas y pese a que la vagina no es un medio esteril, debemos ser exigentes a la hora de elegir el material del que están hechas.

Principalmente debemos evitar los materiales plásticos o muy porosos que favorecerán el que puedan aparecer bacterias o reacciones alérgicas, asi como el material del cordón para su extracción evitando que sea de hilo.

Las bolas chinas de calidad están fabricadas en PC ABS/Silicona o elastómeros, libres de ftalato, sustancia perjudicial para la salud. Evitar cualquier material tóxico que puedan componer dichas bolas chinas.

  • LIMPIEZA: siempre es mejor elegir bolas que no tengan superficies porosas puesto que esto facilitará su limpieza. Aquellas bolas que tengan estrías profundas a lo largo del cuerpo podrían ser complicadas para realizar buenas limpiezas, pudiendo favorecer la proliferación de bacterias teniendo mas posibilidades de infección. Mejor elegir aquellas que tengas superficies lisas. Los plásticos ABS pueden ser hervidos para una mejor esterilización. Aunque generalmente con limpiarlas con agua y jabón tras su uso es suficiente, si usamos productos muy agresivos podemos estropearlas debido a su uso continuado e incluso provocar irritaciones en nuestra vagina.
  • LUBRICANTE: resulta también muy importante elegir un lubricante idóneo, que no esté fabricado a partir de petróleo o usar lubricantes de silicona si el material de tus bolas chinas es también de silicona, ya que erosionarán tus bolas chinas rápidamente. Por tanto será mejor el uso de lubricantes de base acuosa para realizar tus ejercicios de suelo pélvico.

¿Cómo ponerlas?

La postura para colocarlas es indiferente, se recomienda ponerlas con las rodillas y caderas flexionadas. Se deberían colocar como un tampón, al final de la vagina. Otra opción es colocarlas de pie, con un pie subido encima de un taburete para poder acceder de forma fácil a la entrada de la vagina, siempre introduciéndola hasta el final. Poner un poco de lubricante de base acuosa si es necesario para favorecer el introducirlas.

Nunca debe doler el introducir una bola china, si duele, puede ser que sea demasiado grande o que los músculos del suelo pélvico estén hipertónicos, con demasiada tensión muscular. Por ello, siempre su uso debe ser supervisado por un fisioterapeuta.

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