El ginecólogo Wilhelm Horkel, preocupado por la rutinaria práctica de episiotomías en mamás primerizas, inventó una sonda de presión llamada Epi-No. Esta sonda fue una inspiración tras visitar África en una misión médica, donde le llamo la atención una práctica que hacían las parteras y consistía en el estiramiento del periné gradualmente con calabazas secas de diferentes tamaños.
Los problemas a corto plazo que surgen tras un parto con daño perineal son el sangrado, el largo tiempo de recuperación, las suturas y una unión más retardada de la madre con su bebe. Mientras que el problema a largo plazo es la debilidad de la musculatura perineal, que conlleva, a problemas asociados con la dispareunia (dolor en el coito), dolor perineal, incontinencia urinaria y fecal
¿Para qué sirve el Epi-No?
El Epi-No tiene una doble funcionalidad, por un lado, es la de estirar y flexibilizar la musculatura del periné y por otro lado, la práctica de los pujos en las últimas semanas de gestación. Es muy seguro de usar, ya que, este no inducirá en ningún momento el parto. Puede ser usado por la mamá en casa, previamente practicado con un fisioterapeuta especializado en pelviperiniologia, para asegurarnos de que su uso es el correcto o en consulta.
Está formado por un balón de silicona, una bomba de mano, un indicador de presión, y una válvula de escape de aire conectada por un tubo de plástico flexible.
¿Cómo y cuánto tiempo se usa?
El Epi-No comenzará a usarse todos los días a partir de la semana 37 de gestación hasta término o en consulta una vez por semana, con una duración de entre 15 y 20 minutos. Primero se aplicará gel lubricante en el balón de silicona y con él desinflado se introducirá en la vagina (se le pedirá a la mamá que tenga los glúteos, abdomen, piernas y suelo pélvico relajados) de manera que quede visible unos 2 cm. A continuación se le va a pedir a la mujer que con la bomba de mano vaya aumentando el volumen de este (el volumen de inflado ira gradualmente aumentando según las sensaciones de la mujer hasta llegar a los 10 cm, pero siempre por debajo del umbral del dolor), posteriormente se le pedirá que intente expulsar el balón inflado ayudándose de sus músculos vaginales, de este modo simularemos el parto, esto es un proceso de biofeedback para que la mamá en el momento del expulsivo sepa donde empujar en caso de tener la epidural. Al principio esto puede ser asistido con la mano para facilitar la salida. Con una cinta métrica cada vez que expulse el balón se me dirá, para así saber con exactitud los centímetros que va dilatando. Finalmente el balón se lavara a conciencia, de esta forma, no causar ningún tipo de infección.
Esta práctica debe parar si se sienten incomodas, sospechan de infección vaginal y si sufren algún episodio de sangrado.
El Epi-No, no debe de usarse si la mujer tiene infección vaginal o es propensa a padecerla. Tampoco si existe un riesgo en el embarazo, si se produce una rotura prematura de la membrana, si hay placenta previa, si la parturienta tiene programada una cesárea o si existe alergia al caucho.
Durante tu embarazo cuida el suelo pélvico, tu postura, trabaja el transverso del abdomen, ten una pélvis libre de movimiento, haz el masaje perineal y vive tu embarazo lo más saludable posible, haciendo una actividad física que no sea de impacto.
¡Acude a tu fisioterapeuta especializado en pelviperineología para que te guíe, aconseje y trate durante la gestación!